La próxima reunión de nuestro grupo y última de este curso será el próximo lunes 8 de junio a la hora de costumbre. La dedicaremos al comentario de Los restos del día, novela del escritor británico de origen japonés Kazuo Ishiguro.
Cuando Kazuo Ishiguro (Nagasaki, 1954) tiene seis años, su familia se traslada a Inglaterra donde fija su residencia. Allí se gradúa en Filologia y Filosofia en la Universidad de Kent. Cursa después, en 1980, un máster en Escritura Creativa por la Universidad de East Anglia.
En 1982 obtiene la nacionalidad británica, la única que posee actualmente ya que las leyes japonesas no contemplan la doble ciudadanía. Ese mismo año publica su primera novela Pálida luz en las colinas. En 1986 aparece la segunda, Un artista del mundo flotante, con la que recibe el premio Whitbread.
Ishiguro ha sido nominado hasta cuatro veces a los Premio Booker, galardón con el que se alzó en 1989 por Los restos del día. Tras el éxito de esta última han aparecido Los inconsolables(1995), Cuando fuimos huérfanos (2000), Nunca me abandones (2005) y la recientísima The buried giant (2015), aún no publicada en español. También es autor de libros de relatos como Nocturnos: cinco historias de música y crepúsculo (2009) y ha escrito varios guiones para cine y televisión.
Galardonado como Caballero de la Orden de las Artes y las letras, el diario The Times lo incluyó en una lista de los 50 mejores escritores británicos desde 1945.
Los restos del día. Mister John Farraday se dispone a viajar a los Estados Unidos, su país, y sugiere a su mayordomo, Stevens, que aproveche su ausencia para viajar en lugar de quedarse en la mansión de Darlington Hall, adquirida por el americano tras la muerte de lord Darlington, el anterior patrón de Stevens. Mr. Farraday le presta su Ford y el mayordomo inicia el viaje con el propósito de visitar a miss Kenton, antigua ama de llaves de Darlington Hall, a la que cree deseosa de volver a incorporarse al servicio de la casa tras su separación..
Acompañan su viaje, el paisaje, los recuerdos, las consideraciones sobre su profesión y sobre determinados hechos históricos. Y así, rememorando momentos y tras varias jornadas de viaje y avatares llega finalmente a la ciudad donde reside miss Kenton, donde se reúne con ella para comprobar cuán erróneas eran sus deducciones.
El autor construye ante nosotros una dura historia de amor y nos ofrece una estremecedora visión de la impotencia que puede llegar a sentir un ser humano cuando llega a comprender la terrible renuncia en la que ha vivido a cambio de cumplir con lo que creía era su deber.
En 1993, el director James Ivory adaptó la novela al cine que llegó a nuestro país con el título Lo que queda de día.
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